Thursday, July 19, 2007

Esperando a alguien, escribiendo... ¿1999?

"Quién sabe en verdad por qué las líneas horizontales son azules y las verticales rojas. Lo que sí sé es que debo escribir horizontalmente, fisiológicamente y tradicionalmente con la derecha. La izquierda pertenece al demonio, según dicen. He estado aquí ya por un buen tiempo y ni siquiera he levantado la cabeza para ver quién está a mi lado. Sigo enfocada, muy concentrada en mi trabajo. No sé si la persona a mi lado se ha dado un momento para verme a mí. ¿Debemos ocupar el mismo espacio? En la vida sí me he dignado a mirar a algunos, pero algunas veces, por alguna razón u otra, se vuelven invisibles. Ya no los veo. Se quejan de que ya no los reconozco, pero pronto sus palabras se hacen silencio y no alcanzo a oír. Y no siento culpa, no siento remordimiento, porque ésos a los que antes conocía se han vuelto viento, aun en el pasado, de manera que ni siquiera mi memoria los puede recuperar. ¿Será ésta mi maldición? ¿O será enfermedad? Porque en esas ocasiones en que en verdad soy yo la que se vuelve ciega y sorda, no me detengo a pensar, y no me importa… No vuelvo atrás la mirada para algunos, pero para otros, sólo vivo en constante pensamiento y desesperación. Y son éstos los que no me dejan pensar en nada más. ¿Por qué de un extremo al otro? ¿Somos todos así? ¿O casi así? Pero ahora me doy cuenta de que ni yo me salvo de mis percepciones caprichosas. Yo me vuelvo invisible y no existo.

Y es así que dejo de pensar y dejo de ser, inerte como una roca que yace bajo el sol. Fue primero difícil para mí comprender esta situación, pero la verdad es que ya no importa porque nunca fui, ni soy, ni seré… ni en un millón de años. ¿Y qué es esto? ¿Fragmento de un confuso sueño sin sentido, ya totalmente olvidado? Y es que nada de esto tiene sentido alguno. Ni yo, ni tú, ni los cuerpos a mi lado, ni las sillas de metal que apoyan mi cuerpo y postura imaginaria, ni los inodoros que alguna vez creí oír expulsar chorros de agua desafortunada, ni el sonar de ese teléfono público que alguna vez utilicé para llamarlo a él, ni él…

Pero todo vuelve, todo vuelve en vibraciones, olas explosivas de existencia que ahora sé que no pueden ser. Todo es una ilusión, y la ilusión es una ilusión que no existe. Todo lo que se ha percibido es un error. Un instante de error. Corto circuito entre la nada. Que no es nada porque no hay nada…"